Para el cabello excesivamente tratado química y físicamente, debido al uso de champús agresivos, coloración, decoloración, permanente, alisado químico, uso excesivo del secador, aplicación de calor y cepillado, puede mostrar signos de daños extremos en su estructura interna y externa. Esto provoca que el cabello quede áspero, sin brillo, rebelde, debilitado, con tendencia a la rotura y sin elasticidad.